jueves, enero 27, 2005

Señales I

Condoleezza Rice, después de unos cuantos jaloneos en el Congreso norteamericano, fue ratificada como Secretaria de Estado ayer. Hoy, los mexicanos amanecemos con la novedad de que este departamento junto con el embajador Tony Garza, advierten a sus ciudadanos y al gobierno mexicano, sobre la narcoviolencia. La "advertencia" señala que existe un vacío de poder, la incapacidad de las fuerzas del orden público, la debilidad del sistema judicial mexicano junto con su corrupción e ineficiencia. ¿Cómo leer esto en nuestro país? Pues para ser la primera acción que se registra con la nueva titular de la Secretaría de Estado, hay que pensarlo. Definitivamente buena falta nos hace reconocer nuestros propios errores como México, a fin de emprender acciones en consecuencia. Sobre todo, después de las noticias que recibimos la semana pasada sobre los asesinatos en los penales, claro que la idea de un "vacío de poder" queda en nuestro registro de la zona. Sin embargo, que lo diga otro país, al menos en términos diplomáticos, resulta agresivo y altamente cuestionable para el buen entendimiento bilateral.

“Nuestra interacción con el resto del mundo debe ser una conversación, no un monólogo” dijo la señora Rice, antes de ser confirmada por el Senado. Sin embargo, el resto de su discurso revela un monólogo en el que si acaso, participan los que están de acuerdo con las ideas de libertad y democracia que promueve Estados Unidos a lo largo y ancho del mundo. Si queremos ver señales, pocas más claras. La tendencia a la Tolerancia Cero dentro del renovado gobierno de Bush es inminente. Y preocupante. Nunca acabaré de entender de donde les viene esa obsesión a Estados Unidos, por un mandato divino que les obliga a convertirse en "guardianes de la libertad mundial." ¿Qué libertad? sólo la entendida en términos occidentales-norteamericanos, para ser exactos. Porque este discurso entero excluye la posiblidad de cada nación de conformar el gobierno que mejor le parezca, desarrollar los programas energéticos que considere más convenientes, o elegir los gobernantes más populistas si eso vota la población, ya que si salen de los parámetros de libertad establecidos por la Casa Blanca, se convierten en una amenaza inmediata a "la seguridad norteamericana." Y a su entender... en una amenaza para el mundo. Libertad y democracia, si, pero nunca nos dicen a qué costo, ni quién lo paga. No me cabe la menor duda de que seguiremos recibiendo señales, sólo hay que mantenernos atentos.