No tengo acentos

Ni enies, ni un monton de cosas... me faltan muchas cosas para acentuar lo que estoy viviendo y todo lo que pasa por mi mente definitivamente, seria increible poder compartirlo cuando me topo con el Palacio de Buckingham, o con unos parques inmensos, o con el Parlamento, pero me da pena brincar de emocion yo solita (mas bien me da miedo que me vaya a llevar la poli por sospechuda)... No me siento turista, ni me siento local, ni se como debiera sentirme, se que no tengo tiempo de andar turisteando porque tengo poco tiempo antes de empezar clases y por ahora debo encontrar EL lugar en el que pueda hacerme un espacio propio (desempacar seria la neta!). Claro que la situacion tiene sus ventajas y ha resultado una suuuuper buena opcion para conocer la ciudad, sus rutas, sus laberintos, sus bemoles... es extrania esta cultura en que la gente es muy amable, muy atentos, muy distintos: Lo que no tienen los londinenses, es verguenza. Si, a mi me daria pena andar rentando un cuarto del tamanio del banio de mi casa diciendo que es "un studio" para una persona... jijijijii supongo que es parte del encanto, pero como me niego a vivir en un cuarto donde o duerme mi maleta o duermo yo, pues seguiremos buscando... Este clima es como indefinido: sale el sol, pero hace frio, llovizna pero no llueve, hace un viento tremendo, pero todas las mujeres andan de falda (o la mayoria). El metro me fascina, es super limpio, ordenado, nadie se empuja, nadie se apretuja... pero confieso que los camiones son mis favoritos, aunque no tienen acentos, tienen monerias como un segundo piso. Todavia no me acostumbro a comer y me da hambre como a las 12 de la noche... ando cansada de tanto caminar, pero feliz de tanto que veo y no lo creo. Mi guia y un par de mapas se han convertido en grandes amigos. No tengo acentos, es cierto... pero tengo todo para irlos descubriendo.

Empezando la travesia

Me despedi y abrace a mi familia. Entre a la sala donde habia que esperar para abordar el avion. Me sentaron entre una espaniola grinch y una alemana que no hablaba, asi que tuve que dormir -- p'al trabajo que me cuesta! Diez horas despues y ya estaba recogiendo mis maletas, que a cada paso que daba parecia que me jalaban del cuello, se me trepaban por la espalda y se iban transformando en tabiques cada vez mas pesados. Para mi sorpresa, y para aumentar el peso de la chamarrota, me recibio un dia hermosamente soleado. Despues de sentir que no era ingles el que me hablaban, sino alguna variacion para mi desconocida, despues de un tren y un taxi, por fin llegue a la casa donde me recibieron. Empezo el tour por las universidades, las bibliotecas y me toco ir a caminar sola. Empece, de manera increible pero cierta, a ubicar donde esta la que sera mi escuela, donde su biblioteca, donde el puente de Waterloo y el Big Ben justo a la hora del atardecer no podia verse mas maravilloso. Igualmente sorprendente fue que regresara al punto de encuentro sin perderme, para de ahi caminar hasta un lindo barcito latino.

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Hoy amanecio nublado y lluvioso. Tan lluvioso que ya tengo empapadas las orillas del pantalon, casi hasta la rodilla... y eso que solo llovizna!! A diferencia de ayer, hace frio y todo mi cuerpecito empieza a reclamarme que nunca le haya exigido mas-- esto de caminar todo el siempre es medio cansado, pero habra que acostumbrarse. Caminando caminando, me detuvo un tipo con cabello verde para preguntarme de donde soy, y despues de que me deseara feliz estancia y se alejara igual de extraniamente que como habia aparecido, descubri Trafalgar Square y la National Art Gallery... y ya cuando me harte de la lluvia, me sente a empezar con la busqueda de un hogarcito que pueda llamar mio al menos durante los proximos meses. Hasta ahora, amigos mios, me siento feliz y afortunada de estar aqui... hay tantisimo que descubrir!!!

Transicionando

Pues si, estos días han sido bastante versátiles, por decir lo menos. Ha habido desde lo más inesperado y sorpresivo, hasta lo más bizarro... y es verdad que la vida te da sorpresas, sooorpresas te da la vida. Y entre los tejes y manejes de los preparativos para el viaje, los planes a corto, mediano y largo plazo, los proyectos por cerrar y por dejar en su punto, los imprevistos y demás cosas que puedan ocurrir, sólo puedo decir que ha sido sin duda inesperado la mayor parte, pero muy muy agradable y feliz. Y ya me voy. Sé que este es el cierre y el inicio. Como girar la llave y voltear a la siguiente puerta. Como en aquel juego en que tenías que recordar todo lo que habían dicho antes para poder sumar lo que te tocaba decir. Sé que viene un giro radical de infraestructuras y de condiciones de vida. Sé que estoy transicionando y me emocionan todas y cada una de las perspectivas. La mezcla de sentimientos y emociones es divertida, mientras voy presenciando la batalla entre los opuestos y van ganando los escenarios que me recuerdan la importancia de esta evolución y el porqué escogí este camino. Y ya me voy, a seguir llenando de motivos los planes y los caminos, a continuar con la cadena de decisiones que me atan a mi objetivo y a mis sueños... bien o mal, o más allá de toda calificación, sólo soy un ente en evolución, aprendiendo a re-conocer su entorno, a re-conocerme en él... a re-encontrarme... transicionando...

Ciclos

Empezar a caminar, tomar la mochila al hombro, con una idea en la mano y sin saber que hay en el camino que vamos trazando... imaginar lo que será para encontrar que lo que uno dibujó entre sueños y vigías, jamás se parecía, ni remotamente, a lo que en realidad sería...

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Cada mano amiga, cada sonrisa, vale el camino... así como cada tropezón... y a cada paso uno ve más claro lo que tiene adelante, aún cuando sigue siendo borroso a veces. Hay días en que uno equivoca el rumbo al dar una vuelta o hacer un cambio brusco de dirección... otros en que hay que tomar decisiones no tan fáciles de ejecutar...

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Todavía no aprendo cuál es la mejor forma de cerrar ciclos. Me falta valor para no sentir este nudo en el estómago al decir adiós. Y aún así, saber que vienen cosas, ciclos, tiempos, aventuras y desventuras, paisajes y fiestas, tal vez mejores, tal vez no, pero si diferentes y divertidas, que serán en algún momento, igualmente difíciles de despedirlas cuando se cierre su ciclo.

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Cada cosa en su lugar, igual que cada persona en su momento. Y así se construyen las vidas, poco a poco, día a día, y cada ladrillo tiene sentido y cada ciclo, una razón de ser.

Come what may