lunes, diciembre 12, 2005

Stop. Listen. Decide.

Por fin tengo algo de "tiempo" para mí.
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Como todo en la vida, esto de que es para mí, es muy relativo... acabo de revisar todo el material que tengo que digerir para poder entregar mi ensayo regresando de vacaciones y no sé si estas semanas serán suficientes. Pero al menos estoy conmigo. He tenido algo de tiempo para revisar lo que han sido estos meses en Londres, lejos de mi casa. La manera en que mis estructuras se cayeron y dieron paso a unas nuevas, que a veces, todavía no comprendo, a las que sé que aún no termino de adaptarme. También he estado dando vueltas a la evolución en mi manera de ver el mundo y lo que me rodea, de apreciar lo que era y lo que soy.
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Sigo creyendo que han sido demasiados cambios en muy poco tiempo.
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Y me gusta, con todo y las quejas que siempre me encanta inventarme. No puedo dejar de reconocer que me falta mucho de aquello a lo que estaba acostumbrada, sobre todo a la seguridad que proporciona el hecho de que la gente te conozca y te quiera sin más razón que el tiempo, las coincidencias y las aventuras y desventuras juntos. Es verdad que el frío me pone algo nostálgica, sobre todo porque es un frío húmedo, que me cala hasta los huesos y se combina con una obscuridad demasiado prematura para mis esquemas...
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Pero si me voy un poco más a fondo, a la sustancia real, a los motivos que me tienen aquí... sólo puedo sentirme afortunada, comprometida y con mucho por hacer todavía. Y no sé lo que seguirá después de este año lejos. Sé que al regresar, no seré la misma que se fue. Sé que mucho habrá cambiado también allá. Sé que hay muchos elementos nuevos que tengo que considerar y organizar antes de regresar. Y sé que aún tengo tiempo para disfrutar tanta variedad que ofrece este lugar...
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Aún así, ocurre que todavía no me siento del todo reconciliada con el mundo: con mi mundo y con el que me rodea y con el que me invento sólo para consumo personal. Algo falta todavía. El producto del acelere en la evolución normal de mi andar que comenzó hace unos meses, este time to move on que retumbaba en mis pensamientos, todavía sigue en movimiento, no ha bajado la velocidad y yo no sé bien a bien a donde voy. Y algunas veces me da miedo, otras, las más, me siento inmersa en un espiral divertido al que no sé de donde asirme: gente, sentimientos, lugares... todo parece tan sólido y tan endeble al mismo tiempo, que no sé si se va a solidificar o se va a desvanecer cuando me sostenga. Tal vez sea así, la manera en que sólo debe ser. Hay que decidir hacia donde caminar. Aunque si desconozco el destino, ¿qué más da el camino? ¿En realidad lo desconozco? no lo creo... creo que está ahí todavía cubierto por algo de polvo de incertidumbre y sólo necesita que le sople para que se disipen mis dudas y retome todo eso que me apasiona y me mueve a seguir buscando, buscando, buscando... buscando ser y hacer algo útil por lo que creo. Tristes armas, si no son las palabras.

1 Comments:

Blogger Azu said...

La pachanga ha sido pasajera... tengo tanto que hacer para antes de re-comenzar, que no puedo decir que las vacaciones serán realmente "libres" pero bueno, siempre hay beneficios de poder organizar mi tiempo en lugar de que me lo organicen. Gracias por los buenos deseos PPcu... :) siempre se agradecen

1:28 p.m.  

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