miércoles, enero 18, 2006

México 2006 (II)

Reflexiones pre-electorales en el cuaderno de mi memoria...

¿Que si quiero convencerte? No, sólo quiero presentar mis argumentos, manifestar mi deseo vehemente por emitir un voto conciente, mi deseo profundo por una ciudadanía despierta y por una democracia real.

¿Que si estoy con una causa perdida? Mi país jamás será causa perdida. Su sistema político y electoral puede dejar mucho que desear, como sin duda lo hace, pero nada cambiará si los mexicanos no hacemos algo, uno a uno y desde acciones tan pequeñas como tomar conciencia de la importancia de emitir un voto--aún cuando deseemos anularlo...

¿Que si no hay alternativas reales? Eso no tiene nada que ver con mis derechos y obligaciones como ciudadano. El derecho a votar es un derecho humano--inherente a toda persona, pues--proclamado en el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, reconocido por la comunidad internacional, peleado durante muchas generaciones y de diversas maneras. Y que, cabe mencionar, no se ejerce en todos los países del mundo... ¿Que de todas maneras nos quieren ver la cara y va a ganar el que tenga más lana? Pues si no voto, carezco de cualquier argumento para reclamarlo.

¿Sabemos cuánta gente peleó por el derecho a un voto efectivo? ¿sabemos cuantos recursos, provenientes de nuestros impuestos, se van a crear un órgano confiable, que garantice elecciones limpias? ¿Sabemos cuanto cuesta cada voto emitido?

No, yo no quiero que gane Madrazo. Tampoco quiero que gane AMLO. Y no, Calderón tampoco me convence... me preocupa el registro de un personaje como el Dr. Simi y ese solo hecho me grita la ausencia de una cultura cívica, de una conciencia social, de una sociedad informada... la completa ausencia de interés en nuestros procesos electorales. Pero creo en el poder del voto, como único instrumento para hacerle notar a esa élite política, que sigue existiendo una población que los elige, que no juegan solos.

Si creo en la democracia y no voto... si creo en la igualdad y no ejerzo mis derechos... si quiero un cambio, pero no lo busco ni lo exijo... si creo en la participación ciudadana pero no participo... es tan simple y tan complicado como quedarnos con el tipo de gobierno que nos merecemos, diciendo "yo no voté por él" y lavándonos continuamente las manos de nuestras responsabilidades cívicas, de nuestras obligaciones como miembros de una sociedad y de un país, que necesita gente dispuesta a ejercer sus derechos.

2 Comments:

Blogger Dlx said...

Sí, es vdd. Si se cree en la democracia mexicana (como hecho o posibilidad) votar es lo honesto y debido.

Sin embargo, si la democracia mexicana no me convence... mmm... tal vez en ese caso mi forma de protestar contra el sistema sea a través de la abstención.

Sí, es cierto, si no voto permito que otros decidan quién gobierne. Pero también acepto ese riesgo si acudo a las urnas, pues ése es precisamente el pacto democrático: si los otros suman más, los otros deciden.
Me queda claro que mi voluntad no llegará al poder. Votando o no, otros me impondrán a un gobernante.

¿Es justo? más allá... ¿es conveniente?

A mí me resulta asombrosa la capacidad del mexicano promedio para ser convencido de tremendas mentiras, del calibre de La Paca. (Sólo en México puedes meter a la cárcel a un tipo por evidencia producto de una vidente de mercado).

¿El Peje?
¿La Iglesia Católica?
¿Un país que no acepta que las mujeres deben tener opciones como el aborto?
¿Una sociedad que se conforma con 80 pesos para sus viejitos y delincuencia galopante?

No veo un outcome positivo que sea producto directo del sistema democrático.

Sí, sí soy la peor pesimista. Quiero a mi país y me gustaría hacer algo por él. Pero no creo que la democracia sea el mejor camino para México.

(Aunque, claro... este debate no termina aquí).

Besito, guapa

4:58 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo voto en blanco. No estoy de acuerdo en el sistema de partidos de México, y tampoco creo que vivamos en una "democracia", pero es justo por eso que manifiesto mi rechazo mediante el ejercicio de un derecho que nada tiene que ver con AMLO, Calderón o Madrazo. El voto en blanco me permite expresar mi censura ante lo que llaman democracia, pero al mismo tiempo, afirmo mi compromiso con la democracia misma.

La abstención es también una forma de rechazo al sistema, pero también es una manera de decirle no a otro tipo de democracia.

5:03 p.m.  

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