miércoles, febrero 23, 2005

La insoportable levedad de la incertidumbre

Vaya, tengo días esperando que me llamen del Consejo Británico. Esa llamada representaba una de las mejores alternativas de mi futuro académico, una solución a mis aprietos económicos y todo lo que estudiar un año en Londres cuesta. La aventura empezó cuando fui a entregar todos mis papeles en septiembre, luego en enero me llamaron a una entrevista de la que no salí plenamente convencida, en la que me dijeron que la decisión final se daría a conocer antes de Semana Santa. A esperar, entonces. Nada hay más insoportable que esperar. Cuando las cosas no dependen de la propia movilidad, del esfuerzo personal... me mata la impaciencia. Además, apesar de que agradezco profunda y sinceramente todas las muestras de apoyo constantes, tantas expresiones de confianza y todo el ánimo que la gente que me quiere manifiesta, confieso que se han ido convirtiendo poco a poco en una presión adicional. Tal vez no tiene ningún sentido, tal vez sea presión autogenerada innecesariamente, pero no puedo evitar sentir un compromiso moral con toda esa confianza vertida en mi persona, no quiero defraudarlos...
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Finalmente, el viernes un buen amigo me avisó que ya le habían llamado y que si, le daban la beca. Ahí mi mente empezó a dar vueltas y el hamster a buscar razones, posibilidades, excusas, pretextos, y todo tipo de respuestas que podrían venir del Consejo Británico. Pues bien, el día de ayer por fin me llamaron. Sentí que se me calentaron los cachetes en cuanto la voz del otro lado del teléfono dijo "estoy llamando el Consejo Británico." ¿Que soy quéeeee, señorita? "Si, candidato suplente, por lo que la invitamos a continuar con su proceso de admisión a las universidades, ya que no tendremos una respuesta para usted sino hasta mayo."
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De los misterios de la candidatura suplente, o de como perder el sueño por la incertidumbre, fue lo que siguió. Lo que me dijeron, en pocas palabras, es que me darán una beca sí y sólo sí alguien renuncia a su beca, o bien, si el gobierno británico decide otorgar más recursos para estos loables fines. Bien. ¿Nadie pensó lo que eso significa? Bueno, en mi petite esquema, signfica incertidumbre prolongada. Continuar en el limbo de la espera en el que no puedes hacer nada. Si, si, estoy planteando escenarios alternativos, revisando otras opciones de becas y esas cosas, pero de una u otra manera, no había entrado entre mis planes que me dijeran una especie de "si pero no, mejor espérese otro tantito para que le avisemos."
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Me gusta tener las cosas bajo control, medir sus consecuencias, conocer sus alcances... disfruto sinceramente trabajar por algo y ver los resultados, o bien los errores y los retos que los problemas puedan presentar. Pero la espera, la incertidumbre, cuando ya no depende de tí, cuando ese detalle que te ronda constantemente en la cabeza no está en tus manos, cuando ya no puedes hacer más de lo que hiciste... es estúpido anguistiarse, yo misma he sido promotora de eso (claro, cuando no soy yo la angustiosa). Mi beca -al menos como la había planeado originalmente- acaba de pasar a la dimensión desconocida donde el resultado se convierte en un ente lejano, ante el cual, cualquier acción resulta irrelevante, insoportablemente banal. Y aún así, me siento bajo el yugo del no poder hacer nada, no poder tomar las riendas del asunto en mis manos.
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En fin, por ahora, no queda más que esperar lo más tranquilamente posible. Queda buscar otras opciones, otras becas, otros financiamientos y en general, otro tipo de estrategia que financíe el sueño y lo convierta en una realidad, en mi reto.