Di no a la maldición gitana!

Ayer fui a ver, junto con un buen amigo que cumplía años, al buen Duncan. Duncan es todo un personaje que ocupa un lugar especial en mi vida: se ha convertido en mi gurú. Es el director de RRII en el ITAM, el lugar y la carrera que sin sonar dramas, han marcado mis destinos... jajajaja. Sin exagerar, es el estilo de maestro que se interesa por sus alumnos, sus problemas, acercarse y ayudar en proyectos y conflictos existenciales--sean académicos o no. Además de haber sido mi asesor de tesis y contar con toda mi admiración (también debo decir, en honor a la verdad, que es un bombón), se ha convertido en mi amigo. Sus clases solían ser terribles, porque eran justo a la hora de la comida y a veces, mi hermanito Ro y yo ya le veíamos cara de espaguetti... claro, imagina a un inglés blanco casi transparente, de casi dos metros de altura y flaco flaco, hablando a las tres de la tarde sobre el consenso de Washington??? Poco a poco se fue convirtiendo en un apoyo cuando fuimos representación, cuando fuimos modelo de Naciones Unidas y siempre cuando se ha tratado de proyectos varios. El caso es que ayer, el Josh-chief y yo fuimos a ver al guru-Wood para que nos iluminara en el proyecto que traemos ahora. Nunca imaginamos que la conversación de pseudo-negocios terminaría siendo una plática deliciosa de cuatro horas frente a unas botellitas de tinto... mamaaaaaa.... hacía mucho no me sentaba a chupar en lunes...!!!!! Para como me siento hoy y con la cantidad de chamba que tengo, sólo espero que no me caiga la maldición gitana.... porque si chupo toda la semana, no voy a aguantar!! jajajaja creo que ya no estoy para estos trotes!