Si la vida te da limones...

...Aprende a hacer limonada!!! pero no te quedes con todos ellos escondidos hasta que en el último segundo de vida, quieras aprender y ya no te de tiempo...

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Estoy segura de que un día de estos, por distraída, perderé algo más que la cabeza. Tal vez estoy desperdiciando mis limones en esta eterna manía mía de dejar las cosas hasta el último minuto, esta adicción a la adrenalina que genera el trabajo bajo presión... que ganas de complicarme la vida, que ganas de sufrirle a lo que pudo ser tan sencillo. Hoy si me gana el coraje contra mi persona. Este afán de "al ratito lo termino porque tengo mucho que hacer" me está causando un caos organizativo, económico, administrativo y ahora hasta siento que estoy atentando contra mi planeación a corto plazo. Es una especie de auto-atentado, que encuentro irracional. Siempre que olvido escribir las fechas límite para las entregas de madre y media, me pasa lo mismo y no aprendo: ando corriendo la última semana, si bien me va, para tener listo todo... si no me va tan bien, el día anterior lo hago.

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Hoy no necesito que me regañe nadie, la cruda moral es suficiente. Por dejar las cosas al final, a una semana de entregar los papeles para solicitar el crédito para la maestría, descubro que me falta un "detalle" llamo para conseguirlo, como era de esperarse, las instituciones y la burocracia jamás piensan en que uno puede necesitar ese papelito de tres líneas y un sello en poco tiempo: "de diez a doce días, seño!! uy no, no se puede antes... que le urge?? pues hubiera llamado antes!" Fin de la conversación. La última frase fue dura y directa. Mi conciencia me reclama. Tiene razón, hubieras llamado antes, sabía de la fecha límite hace al menos mes y medio. Si hubiera leído con más detenimiento, si hubiera tenido el cuidado de hacer mi lista de pendientes, si hubiera, si hubiera, si hubiera... pero no hube... así que ahora aguántome. El "hubiera" es de tontos... nada más atinado en este momento.

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Limones del día: mal utilizados!