viernes, mayo 06, 2005

Cita con Ángeles

El nuevo disco fue el pretexto para planear un concierto. Sublime. Maravilloso. Exquisito. Inmejorable. En una sola palabra: orgásmico. Así fue el concierto de Silvio Rodríguez al que fui anoche. O al menos así fue como yo lo viví. Lluvia torrencial en el DF, después de días y días de seco calor intenso. Buena señal, llegar escurriendo al auditorio nacional. En realidad la buena señal era que no me importara, señal de que llegaba con buena actitud. ¿Qué? ¿hay otra forma de llegar a un concierto de Silvio Rodríguez?
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Sería largo muy largo relatar todas y cada una de las emociones que me invadieron mientras escuchaba al maestro. La intención de estas líneas no es ser exhaustiva, sino plasmar la racha de ideas que me deja el concierto. Una a una, las letras de las canciones fueron haciendo lo suyo: desde la protesta contra la guerra , hasta la más profunda admiración por un lugar, por un hermano, o por el amor. Además de las letras, destaca la música misma, los sonidos que llenaron el auditorio entre las guitarras, las percusiones, la flauta, el clarinete, el contrabajo y esa voz particular que tiene Silvio. Una especie de magia se transmitía a cada nota, virginal o ramera, pero a fin de cuentas, la canción, fue la que esparció una atmósfera de afortunada paz.
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Llegué a una conclusión simple: son hombres como este al que vengo a escuchar cantar, con todas sus ideas vertidas en canciones, los que hacen una diferencia, para él y para los que lo escuchan. No porque comparta todos y cada uno de sus puntos de vista, sino porque son los que no se callan, los que dicen lo que piensan, lo que creen y lo que viven de tal forma que los demás quedamos extasiados ante una verdadera expresión artística de convicciones. Y que el cielo me libre de cordura. Se trata de lo que transmite, de la manera en que lo hace, de la energía que llena el lugar en el que reúne a miles de personas para escucharlo hablar. A fin de cuentas, un Hombre, sin adjetivos.
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Cuando llegó Casiopea casi me levanto de un brinco de mi lugar, aunque Playa Girón me llenara de recuerdos de una isla que visité hace tiempo y que en cada rincón me invitaba a cantar... No importa si no llegó Abracadabra, o muchas otras que al igual que las que tocó, me hubieran hecho la noche. Tampoco importó que no me supiera la letra de muchas de las canciones que escuché. Es la suma de sonidos, de voces, de ideas, el manejo de las palabras, las metáforas y toda la energía que emana del conjunto lo que me deja un sentimiento de enorme satisfacción y profunda sonrisa.
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El éxtasis no es un estado que se evapore en unas horas. Hoy todavía me siento llena de esa energía que me dejaron las poco más de dos horas y media de Silvio. Planeo alargar este sentimiento escuchando una y otra vez esta Cita con Ángeles que me traje del concierto.

5 Comments:

Blogger Dlx said...

Silvio...
canta con una voz casi extinta... la de los hombres y mujeres que toman una decisión fundamental, y se exponen a la oposición...
pero ahí están, siendo y defendiendo algo. Teniendo una causa y un lema que les sirve de zapatos, máscara y epitafio.

Felicidades, Azu.

Lástima que vivamos en un lugar tan distinto. Lástima que se fueron los jóvenes de ayer, con sus sueños y movimientos, a un país de nunca jamás. Nos dejaron los despojos de un adulto preocupado por sobrevivir.

Y sí, Derbez apesta. Fox sólo quiere a su mamá. El Peje nos persigue... y todos tenemos pesadillas por la noche, empezando por el noticiero de Lopez Dóriga.

Un abrazo. ;)

8:53 p.m.  
Blogger Alfonso said...

Como vivrlo...
como dejar de extrañar mi Casiopea y por Causas y Azares encontrarme en esa misma noche Lluviosa y sin techo al amor de mi vida...

Gracias por llevarme al concierto con tus palabras

10:28 p.m.  
Blogger Azu said...

Dalya, bienvenida :) es verdad que se fueron los jóvenes de los movimientos, pero aquí todavía existimos jóvenes con sueños. Aunque no sé decirte si tendremos el valor de salir a hacerlos realidad.

Señor alfil, como siempre un gusto compartir con usted esos momentos llenos de auténtica emoción.

6:02 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

De entre tanto sitio que se asoma a mi ventana para hacer mas pasadera mi noche cotidiana, emergio radiante como espectro del cielo ese rayo ilusorio que lanzaste. Lleno mi sueño lejano con la realidad implacable de saberme no solo sino a tu lado y distante. Gracias por evocar al maestro y tu cita, al poeta y tu verso, al horizonte y tu camino. Hubiese querido mi vida el espacio cambiar ese dia pero asi sugirio mi destino vivir a distancia el delirio, son tus palabra que evocan el cielo, lo que mi vista no encuentra, solo tu sentimiento ajeno llena mi corazon inundado hoy, solo me queda como dije la gratitud y poder devolver el regalo que sin pensar hoy me diste.

8:01 a.m.  
Blogger Azu said...

Muchas gracias, quien quiera que seas, por compartir un instante en este sitio... ojalá no sea la última vez que tengo la oportunidad de leer tus reflexiones :) bienvenido

6:31 a.m.  

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